Las crecientes tensiones militares entre Israel e Irán han provocado un alza en los precios internacionales del petróleo, generando preocupación en los mercados financieros. La posibilidad de interrupciones en el suministro energético desde Irán ha llevado a una reacción inmediata de los países miembros del G7, reunidos en Canadá.
Durante la cumbre, los líderes de las principales economías del mundo discuten estrategias para garantizar la seguridad energética, estabilizar los mercados y evitar que el conflicto en Medio Oriente tenga un impacto más severo en la economía global.