Julia, de 73 años y pensionada de Pemex, enfrenta dificultades para recibir atención médica en Querétaro. Aunque la atención médica es parte de sus prestaciones, actualmente no cuentan con servicios locales. Para consultas o emergencias, deben viajar hasta el hospital de Pemex en Salamanca, Guanajuato, lo que implica largos trayectos y gastos adicionales.
Antes, hospitales privados como Idaly o Santa Cruz atendían a los jubilados, asignándoles médicos y consultorios específicos, pero ahora este servicio ha desaparecido.
Además, deben costear de su bolsillo análisis clínicos o esperar a que se les reintegre el gasto, lo que genera incertidumbre y gastos extras.
El proceso para surtir recetas es complicado: deben trasladarse a clínicas y farmacias en distintas localidades, exponiéndose a riesgos y dificultades, especialmente para quienes no cuentan con vehículo.
Los pensionados esperan una solución pronta que les permita recibir atención médica sin tener que viajar fuera del estado.