Las hermanas González Valenzuela, mejor conocidas como “Las Poquianchis”, fueron tres mujeres cuya historia marcó a todo el país debido a su participación en uno de los mayores casos de trata de blancas en México.
Cuatro hermanas originarias de San Antonio del Rincón, Guanajuato, de las cuales solo tres estuvieron involucradas en estos delitos, pero ¿ellas llegaron a estar en San Juan del Río?
En la década de 1930, en el municipio existía una casa de asignación controlada por María Montes Guevara, donde varias mujeres ejercían el trabajo sexual, posiblemente de manera forzada. No podían salir, pues la mayoría eran víctimas de secuestro y vivían bajo llave en aquella casa colorada ubicada en la calle 5 de mayo esquina con San Marcos.
En esos años, el uso del ferrocarril era muy común en el municipio, y debido al mal aspecto que daban cerca de la estación, se les pidió trasladarse a un lugar más alejado. Así llegaron a una casa que originalmente se iba a convertir en la primera fábrica de San Juan del Río, ubicada en la antigua calle de Cóporo, hoy Melchor Ocampo.
Para 1943, aquel sitio, conocido como “El Burro” o “El 30”, abrió sus puertas con un nuevo servicio que incluía bar y salón de baile, permitiendo a las trabajadoras salir e incluso formar familias. Se sabe que una de ellas logró casarse, aunque el maltrato continuaba, especialmente con las más jóvenes, quienes solían ser más rebeldes.
Se conocen algunos nombres y apodos de las mujeres que trabajaban ahí, como “La Torera” y “La Cartucha”, quienes solían caminar por el Camino Real, hoy avenida Juárez, en busca de clientes.
El famoso nombre de “Río Rita” no aparece en documentos oficiales del archivo histórico municipal, por lo que se cree que fue un apodo popular dado por los ciudadanos.
No fue hasta finales de los cuarenta e inicios de los cincuenta cuando las hermanas González Valenzuela comenzaron a operar en Guanajuato, donde se supo del maltrato y explotación que imponían a sus trabajadoras.
Con el tiempo, surgió el rumor de que María Montes era solo una prestanombres y que la casa realmente pertenecía a Las Poquianchis. Sin embargo, se ha comprobado que, aunque las González visitaban el municipio para comprar o vender mujeres, nunca vivieron en esa casa ni fue de su propiedad.
Se dice que cuando ellas llegaban, vestían de negro y aparentaban ser religiosas, a diferencia de María Montes, quien usaba ropa extravagante y disfrutaba del dinero obtenido de la explotación de mujeres.
En 1964, Las Poquianchis fueron detenidas y el semanario Alarma cubrió su juicio de principio a fin.
Para la década de 1970, con una nueva administración, la sucursal cambió de ubicación y nombre, trasladándose a la colonia Niños Héroes bajo el nombre de “El Foco Rojo”, el cual cerró en 1990, no por órdenes del gobierno, sino por el miedo al VIH.
Las Poquianchis sí existieron y fueron responsables de la trata de mujeres en Guanajuato y Jalisco, pero en San Juan del Río, el verdadero temor no tenía el apellido González Valenzuela, sino Montes, y habitaba en la solitaria calle junto a la iglesia del Beaterio, en el número 30 de Cóporo.
Redactó: Daniel Uribe Velasco