César Vargas Lechuga, destacado fotógrafo de Querétaro, ha dedicado los últimos cinco años de su vida a la fotografía profesional, tras un inicio como aficionado durante otros cinco años. Su incursión en este arte nació a partir de su pasión por la música, ya que sus giras como músico lo llevaron a distintos lugares, donde sintió la necesidad de capturar la riqueza y diversidad de cada sitio a través de su lente. Para César, la fotografía representaba una manera de inmortalizar los recuerdos y revivir momentos especiales.
La carrera de César Vargas no se construyó de la noche a la mañana. A lo largo de su formación, recibió la guía de diversos maestros que influyeron significativamente en su estilo, como Eduardo Gómez, quien lo preparó para uno de los hitos más importantes de su carrera: ser finalista en la Copa Mundial de Fotografía. Este concurso reúne a los mejores fotógrafos del mundo, y su participación no solo validó su talento, sino que también lo consolidó como uno de los fotógrafos más destacados de Querétaro, representando al estado en múltiples eventos de relevancia.
Aunque hoy ha destacado en la fotografía queretana, César reconoce que al principio no comprendía la importancia de representar a Querétaro en este ámbito. Con el tiempo, al ser invitado a participar en diversos eventos, se dio cuenta del peso de su labor y del orgullo que conlleva formar parte de la elite fotográfica.
El estilo que mejor define a César es el retrato fine art, una técnica que trasciende la simple captura de una imagen, buscando convertir cada retrato en una obra de arte. Este enfoque permite al fotógrafo explorar la autenticidad y profundidad de las personas, presentando lo cotidiano desde una perspectiva artística que eleva cada detalle a un nivel superior.
César rememora con especial cariño sus primeras fotografías, capturadas durante un viaje a Chiapas con una cámara prestada. A pesar de los años y de su evolución como fotógrafo, estas imágenes siguen siendo significativas para él, pues representan el inicio de su conexión con la fotografía y su forma de contar historias a través de la imagen.
Con la mirada puesta en el futuro, César planea seguir desarrollando su estilo personal mediante retratos de personas cercanas a él, explorando nuevas facetas de su arte. Además, uno de sus grandes deseos es regresar a París, una ciudad que ya ha fotografiado, pero que ahora quiere capturar con la visión y técnica refinadas que ha adquirido a lo largo de los años.
César no solo se mantiene enfocado en la fotografía; también planea continuar su carrera musical, integrando ambas disciplinas en su vida. Esta combinación le permite alimentar su creatividad y enriquecer su perspectiva del mundo.
Para quienes se inician en el mundo de la fotografía, César Vargas Lechuga ofrece valiosos consejos. Su principal recomendación es evitar caer en la trampa de lo instantáneo, recordando que los procesos para alcanzar el reconocimiento y desarrollar un estilo personal requieren tiempo y dedicación. Para César, la formación constante y la paciencia son esenciales en el crecimiento de un fotógrafo, destacando que un proceso largo y meticuloso suele dar los mejores resultados.
César Vargas Lechuga no sólo ha convertido su pasión en su profesión, sino que también se ha transformado en un representante del talento fotográfico de México. Su trayectoria demuestra que la dedicación y el aprendizaje continuo pueden transformar los recuerdos en verdaderas obras de arte.
Redactó: Daniel Uribe Velasco