Tucson, Arizona – La semana pasada, más de 16 agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) irrumpieron en un supermercado hispano en el sur de Tucson, causando pánico entre trabajadores, clientes y proveedores. Marco Antonio López, dueño de Beef Master Meat Market, describió cómo los agentes, algunos de ellos armados y con capuchas, rodearon su negocio, estacionando patrullas y vehículos encubiertos en puntos estratégicos.
Este operativo ha tenido un impacto negativo en la comunidad latina local, pues otros dueños de pequeños negocios aseguran que han perdido hasta el 50% de sus ingresos debido a los constantes operativos migratorios. La presencia de ICE ha generado un clima de miedo, afectando tanto las ventas como la seguridad de los empleados, muchos de los cuales temen ser detenidos debido a su estatus migratorio.
Activistas y defensores de los migrantes han denunciado que bajo el nuevo gobierno, los operativos de ICE se han intensificado, cumpliendo con las promesas de redadas migratorias. La incertidumbre generada por estas acciones está afectando gravemente a los negocios locales, que dependen de la comunidad latina, mientras los trabajadores se sienten amenazados por posibles detenciones.
La situación ha despertado preocupación entre los comerciantes, quienes luchan por mantener sus negocios a flote mientras enfrentan la presión de las políticas migratorias cada vez más estrictas.