La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos está marcando una revolución en muchos aspectos, desde la política arancelaria hasta el auge del nacionalismo y el uso de las redes sociales como herramienta política. Sin embargo, el conflicto que podría definir gran parte del futuro económico mundial está en el trasfondo: la guerra de la Inteligencia Artificial.
Dos eventos recientes están marcando la agenda mundial. Primero, China presentó DeepSeek, su versión de ChatGPT. Con una gran ventaja sobre la competencia: es más barata, más eficiente y de código abierto, lo que le da un gran potencial. En segundo lugar, Trump reveló el proyecto Stargate, que consiste en la creación del centro de datos más grande del mundo, con una inversión de 500 mil millones de dólares y una dimensión que ocuparía el tamaño de 13 canchas de fútbol. Este centro de datos tiene la capacidad de alimentar con energía a 5 millones de hogares en EE. UU.
Sin embargo, ambas iniciativas enfrentan desafíos. DeepSeek está rodeada de preocupaciones sobre la privacidad de los datos, mientras que Stargate podría incrementar el consumo de energía de EE. UU. hasta en 12% del total nacional, lo que también genera preocupación sobre su impacto ambiental.
🤖 ¿Quién dominará la guerra de la Inteligencia Artificial?
Será interesante observar cómo estos proyectos evolucionan y cuál se posiciona como el líder mundial en Inteligencia Artificial, ya que ambas iniciativas están trayendo consigo grandes beneficios, pero también riesgos significativos.