TRÁMITES PENDIENTES FRENAN PASO DE CALDERAS

Es necesario hacer gestiones con varias dependencias, como con Comisión Estatal de Infraestructura

Las dos calderas gigantes de Pemex que se dirigen a la refinería de Tula, Hidalgo, y transitan por la carretera Querétaro-San Luis Potosí continúan paradas afuera de las instalaciones del Parque Industrial Querétaro (PIQ), sin que exista información clara de cuándo volverán a avanzar o qué tramo carretero elegirían si el estatal o el libramiento federal.

De acuerdo con la Comisión Estatal de Infraestructura (CEI) necesitan realizar trámites con varias dependencias, entre ellas Seguridad Ciudadana y Protección Civil.

Sin embargo, al solicitar información con ambas instituciones refieren que el permiso principal es con CEI para dejar las garantías necesarias, en caso de que se genere algún tipo de desperfecto.

Desde el pasado 8 de octubre las calderas se encuentran en el punto mencionado anteriormente, y el primer día la circulación se vio afectada por varias horas, generando una larga fila de vehículos que llegaba hasta el Parque Industrial Querétaro.

El retraso se debió a que tuvieron que retirar un puente peatonal, además, por la propia lentitud de las calderas, que requieren un equipo especializado para su transporte.

El avance del convoy no estuvo exento de incidentes, ya que un camión de pasajeros se impactó contra uno de los remolques que transportaba las calderas, lo que generó caos adicional, no hubo personas lesionadas, aunque el percance contribuyó a las complicaciones viales en la zona.

Esta es la segunda ocasión en que las calderas de Pemex cruzan por Querétarola vez anterior fue en 2017 cuando por primera vez este tipo de herramientas eran transportadas por la vía terrestre, lo que generó curiosidad de la ciudadanía, incluso algunos habitantes acudían a tomarse fotografías cuando las calderas pasaban por sus ciudades.

Las calderas tienen un peso aproximado de 500 toneladas, por lo que la velocidad máxima a la que son transportadas es de 10 kilómetros por hora.

Su destino final es la refinería de Tula, Hidalgo, donde su función es procesar el petróleo pesado que es extraído del Golfo de México.

Las calderas salieron el pasado 6 de enero de Ciudad Victoria, en Tamaulipas, provenientes del puerto de Altamira, ya que fueron fabricadas en el extranjero.

Es así que estas gigantes herramientas llevan nueve meses atravesando el territorio nacional y todavía les falta recorrer alrededor de 163 kilómetros hasta la refinería situada en Tula, en el estado de Hidalgo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *