Alrededor de 500 trabajadores se manifestaron en el Centro Histórico para rechazar la propuesta del presidente López Obrador
Cerca de 500 trabajadores del Poder Judicial de la Federación marcharon en el primer cuadro del Centro Histórico de la capital queretana, en rechazo a la Reforma Judicial, un ejercicio de libertad de asociación que, destacaron, no se había presentado en 200 años de historia republicana.
Durante la movilización, el magistrado Eustaquio Salinas tomó la palabra para mostrar su rechazo a esta iniciativa impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y haciendo un llamado a su sucesora, Claudia Sheinbaum Pardo, para que reabra la discusión antes de que sea aprobada por la próxima Legislatura en el Congreso de la Unión.
“Nos vemos obligados, por el bien de nuestro país, a hacer este paro nacional, un paro parcial, dejando únicamente la atención de los asuntos de carácter urgente”, explicó. Y agregó que la reforma en discusión “no garantiza una mejor impartición de justicia”.
El magistrado destacó la importancia del Poder Judicial en la defensa de los derechos humanos, enfatizando que el juicio de amparo es la principal herramienta para proteger a los ciudadanos, esto luego de dos horas y media de marcha alrededor de la Alameda Central, avenida Corregidora y 16 de Septiembre, hasta el Jardín Guerrero, donde hay un edificio del PJF.
Asimismo, los manifestantes señalaron que la propuesta de reforma no responde a las verdaderas necesidades del sistema judicial en México. En este sentido, los trabajadores judiciales insistieron en que mejorar la justicia no depende únicamente de los jueces, e hicieron un llamado a también reformar las fiscalías generales en toda la República. “No corresponde a los jueces ni a los magistrados investigar y perseguir los delitos”, sostuvo Eustaquio Salinas frente a sus colegas.
“No hay que reinventar la rueda, sino apostar a lo que ya funciona. Si queremos una justicia más rápida, necesitamos más jueces”, agregó el magistrado, resaltando que el país tiene sólo cuatro jueces por cada 100 mil habitantes, muy por debajo del estándar internacional de 65 jueces.
Otro punto relevante que se discutió durante la marcha fue la necesidad de mantener la autonomía del Poder Judicial.
“La seguridad pública no le compete a los jueces ni a los magistrados, lo que nos compete es la seguridad jurídica, y esto sólo se logra con órganos autónomos e independientes”, subrayó el magistrado.
Después de consignas como “yo sí trabajo, no hago mañaneras”; o “independencia judicial, derecho nacional”, la manifestación finalizó con un llamado a la unidad dentro del Poder Judicial de la Federación, donde los manifestantes corearon al unísono “¡viva el Poder Judicial!” y reafirmaron su compromiso con la “defensa de los derechos del pueblo de México”.
CREDITOS: EL UNIVERSAL DE QUERETARO