Esta mañana quedó formalmente instalada la Comisión Temporal de Presupuesto 2025 del Instituto Nacional Electoral (INE), presidida por el Consejero Uuc-kib Espadas Ancona e integrada por las consejeras Norma De la Cruz Magaña y Rita Bell López Vences.
En la sesión de instalación, el presidente de la Comisión aseguró que es en el presupuesto donde el Instituto formaliza “sus caminos para llevar a buen término los procesos con los que rinde servicio a la sociedad”, sin excesos, con eficiencia, responsabilidad y capacidad para rendir cuentas.
La elaboración del presupuesto, subrayó Espadas, es un momento para revisar los proyectos, sus efectos, su pertinencia, así como para trazar las líneas de desarrollo posteriores y, de esta manera, “tener un desarrollo institucional acorde con las necesidades permanentes y cambiantes, a la vez, de los procesos electorales en una sociedad y en un México también cambiantes”.
Asimismo, enfatizó que el diseño presupuestal exige ceñirse de manera estricta a criterios de racionalidad en el gasto.
“Estamos hablando del uso de dineros públicos para, efectivamente, proporcionar un servicio, con lo cual habrá que ser muy puntuales en revisar la calidad con la que se presta a la sociedad y ajustarse presupuestalmente a aquello que esa calidad exija”, añadió.
En su intervención, la Consejera Rita Bell López consideró que el presupuesto de egresos 2025 del INE no será una simple relación de gastos estimados con base en los presupuestos de ejercicios fiscales anteriores.
Mediante este presupuesto, apuntó, se van a distribuir los recursos humanos, materiales y financieros entre los diversos programas y proyectos incluidos en el Plan Anual de Trabajo -a mediano y largo plazo- “en los cuales se utilizarán los instrumentos de política económica y administrativa necesarios para movilizar los recursos destinados a alcanzar los objetivos planteados para el próximo ejercicio fiscal”.
López Vences sostuvo que los diversos proyectos que se plasmarán en el Anteproyecto de Presupuesto 2025 se planearán considerando las medidas de racionalidad, austeridad y economía en la ejecución del gasto, sin que se pierda -con ello- la calidad de los trabajos a realizar y tampoco se menoscabe su resultado.